jueves, 5 de noviembre de 2009

REVISTA AGROTECNICO, AGRONOMIA, LUZ.



EXPERIENCIAS SOBRE EL MANEJO DE VACAS PREÑADAS

Bernardo Correa *

Las experiencias indicadas en este trabajo están referidas a una condición climática de bosque seco tropical, con un sistema de producción animal de doble propósito, basada en una alimentación a pastoreo directo, donde mayoritariamente no se dispone de sistemas de riego que uniformicen la alimentación del rebaño durante todo el año.

Eficiencia reproductiva:
El ciclo de la eficiencia reproductiva, comienza con el servicio y preñez de la vaca y se completa una vez que su cría ha sido destetada y se prepara para su próximo parto. Por este motivo es muy importante tener el máximo cuidado en cada una de las etapas de este ciclo, con la atención adecuada del área de maternidad para el éxito técnico y económico de la ganadería.

Duración de la gestación:
La gestación comienza con la fecundación y termina con el parto. Durante este proceso se debe tener mucho cuidado en el secado de las vacas preñadas el cual debe realizarse a tiempo, al cumplirse aproximadamente el séptimo mes de gestación, a fin de que descansen unos dos meses, dependiendo esto de la condición corporal, producción de su lactancia y edad de la vaca, con el objetivo de que se repongan de su última lactancia, regeneren los tejidos de la ubre y puedan parir una cría fuerte en su próximo parto. La duración de la gestación varía con la edad, raza de la vaca, sexo del becerro y del número de partos que haya tenido. Asimismo, la estación del año (verano o lluvia) y la herencia también afectan la duración de la gestación.

Este conocimiento y mejor manejo de las vacas avanzadas de preñez, permite evitar que algunos vientres preñados queden en los potreros de “escoteros” y luego paran sin la mejor atención que normalmente se facilita con el movimiento de las vacas al área de maternidad.

Estudios que incluyen todas las razas de ganado, generalmente indican que la duración de la gestación se encuentra en rango de 276 a 292 días. Los machos generalmente nacen en promedio un día o dos más tarde que las hembras, mientras los mellizos nacen una semana antes.

Información obtenida en fincas de doble propósito (Bos taurus con Bos indicus en proporción variada) de la Costa Oriental del Lago de Maracaibo, en cuatro años de trabajo, muestran un promedio de gestación incluyendo a machos y hembras de 285 días, mientras en el Centro de Cría Rancho Carora C.A., con rebaño raza Carora puro y un pequeño grupo de alto mestizaje de esta raza, en 14 años de información se observó que el promedio fue levemente superior, con 289 días de gestación.

Síntomas del parto y cuidados más importantes:
A medida que el momento del parto se aproxima, los ligamentos ubicados a ambos lados (izquierda y derecha) del nacimiento de la cola (y de la pelvis) se relajan, se ponen flácidos y se hunden. Cuando notamos al tacto que los ligamentos y los músculos se relajan, el parto se puede esperar en dos a cuatro días. También son síntomas de proximidad del parto la dilatación de la vulva, la descarga de moco y el aumento e inflamación de la ubre, siempre y cuando haya dilatación de los ligamentos mencionados.

Al aproximarse el parto las vacas más lecheras y especialmente novillas (de 1er parto), la ubre se inflama rápidamente; en ocasiones esta puede extenderse hasta llegar al ombligo o zona baja del tórax. Este edema se debe al bloqueo temporal de los vasos linfáticos de la ubre. Un ejercicio moderado y la aplicación de una pomada desinflamante ayuda a controlar el problema.

Es muy importante que el corral de maternidad disponga de un pequeño potrero con buena sombra y abrevadero cercano al corral principal de ordeño y siempre a la vista del personal responsable de la maternidad.

El proceso normal del parto es más lento en las novillas que en las vacas. Una vaca puede durar de dos a cuatro horas preparándose para el parto, mientras que una novilla puede demorar en ocasiones el doble de tiempo.
Poco antes del parto, el útero empieza sus contracciones, lentamente al principio, con un promedio de aproximadamente cuatro horas, durante el cual la vaca se pone muy inquieta, generalmente tiende a apartarse de su grupo y en ocasiones se acuesta y se levanta. En este momento el feto es empujado contra el cérvix, causando su dilatación. Asimismo, el feto es orientado a su posición correcta de nacimiento sobre su estomago, con los brazos extendidos hacia adelante y la cabeza apoyada sobre la pelvis y sus brazos.

Durante esta etapa hay fuertes contracciones del útero que a su vez van ayudadas por contracciones voluntarias de los músculos del estomago (acto de pujar). El resultado es que el feto normalmente es empujado a través del canal de la pelvis en pocas horas. Cuando la cabeza del becerro pasa la vulva éste se encorva, es decir se dobla hacia abajo, lo cual ayuda que las caderas y patas traseras del becerro se extiendan hacia atrás y pasen a través de la pelvis con mayor facilidad. En las razas criollas iberoamericanas y sus cruces el parto normal se facilita, por tener como característica la grupa algo “caída”.

Como se ha indicado, la vaca próxima de parto debe ser vigilada constantemente. Por regla general, el becerro nacerá dentro de la primera hora después de que las manos se asomen en la vulva. Si el becerro no ha nacido en el termino de una hora, lo prudente será examinar cuidadosamente la vaca, a fin de ayudar al parto si fuera necesario, teniendo el equipo adecuado para ello previamente preparado.

El proceso del parto se completa poco después de que el cuerpo del becerro entra en el canal pélvico de la vaca, que puede taponar el paso de la sangre a treves del cordón umbilical y el becerro puede morir en pocos minutos si el parto no es completado a tiempo. Se recomienda a los encargados de corrales de maternidad que en caso de ser necesaria ayuda para la extracción del becerro, deben cerciorarse previamente que el becerro se encuentre en la posición adecuada para el parto y en ningún caso intentar sacar el becerro en forma brusca. Si el feto se presenta en posición anormal lo indicado será llamar al veterinario de la finca.
En un parto normal, las membranas fetales casi siempre se rompen cuando las manos del becerro pasan a través de la vulva. El becerro nace libre de membranas fetales, las cuales están adheridas a las carúnculas del útero para asegurar abastecimiento de oxigeno durante el parto.

El cordón umbilical se rompe cuando el becerro pasa a través de la vulva. Se debe cuidar que este quede muy corto, el ideal son unos 8 a 10 cm., y debe desinfectarse por tres días consecutivos con tintura de yodo, lo cual es fundamental para prevenir infecciones, de modo especial en épocas de lluvias.

En este momento el becerro debe de estar respirando por si solo (comienza por primera vez su respiración pulmonar), ya que no recibe oxigeno de la vaca a través del cordón umbilical. El oxigeno es primer requerimiento fundamental para asegurar la vida del becerro.

Hay que asegurarse muy bien que las fosas nasales estén limpias de membranas (placenta) y fluidos. Si el becerro no respira inmediatamente de haber nacido, se deberá estimular soplando las fosas nasales o insertando una pajuela o ramita limpia en ellas, a fin de producir un estornudo que active la repiración pulmonar.


*Zootecnista.Clasificador Oficial de ASOCRICA (Asociación de Criadores de Ganado Carora, Venezuela).
Asesor en selección y manejo de ganado lechero.

E-mail:
bhcorream@yahoo.com
Teléfono: 0058(416)5600674

Artículo publicado en Revista Agrotécnico Nro. 25/2009, pag. 56 y 57, editada por División de Extensión Agrícola, Facultad de Agronomía, Universidad del Zulia, Maracaibo, Estado Zulia, Venezuela.

Telefax: 0058(261)7597115



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